viernes, 29 de octubre de 2010

Exequias de Kirchner

Murió un hombre, y como toda muerte, me provoca tristeza y dolor. Dos chicos jóvenes se quedaron sin padre y su mujer perdió a quién había elegido para acompañarla por el resto de su vida. Pero, más allá de eso, debemos evitar que ésta situación de confusión provocada por la vorágine de los acontecimientos nos haga sacar conclusiones erradas. Tenemos una responsabilidad con nuestros conciudadanos, con nuestros hijos, con la posteridad y por sobre todo con nuestra patria. No debemos soslayar el hecho de que políticamente fue un hombre despiadado, voraz, quien enfrentó innecesariamente a los argentinos y quién, refugiado en la amoralidad, llevó adelante una política nefasta para el país y beneficiosa solo para él y sus allegados. Bécquer decía en sus Rimas, “¡Dios mío, que solos se quedan los muertos!” El aparato peronista conciente de ello, empieza a reacomodarse, como siempre lo ha hecho.

Diego F. Casasbellas Alconada
Abogado
27.667.604

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